domingo, mayo 22, 2005

Quebradillas, sus principios

Nos preguntan sobre nuestra fundacion. La informacion que aqui publico se colocara en nuestra pagina www.quebradillaspr.com mas adelante, pero, por el momento, ofreceremos esta parte aqui:
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El pueblo de Quebradillas procede del Hato de la Tuna. De los pueblos fundados en lo que otro fuera, el Hato de la Tuna, Quebradillas es el de menor extensión. Según información que entre nuestros antepasados fue pasando de generación en generación, los primeros pobladores de nuestro territorio se avecinaron al sur de lo que más tarde se conocería como el Pozo del Rey y la Charca Caliente, en viviendas, rústicas chozas a manera de bohíos indios.

Entre los primeros edificios estaba el de la casa-tienda de don Goyo Medina, a pocos pasos del Camino de la Onza. En el solar de dicha casa se levantaba uno de los primeros bohíos, quizás uno de los que en sus crónicas describiera Fray Iñigo Abad y Lasierra.

Los vecinos llamaron Quebradillas a su aldehuela por motivos de las corrientes que en tiempos de aguaceros copiosos bajaban de esas colinas que circundan nuestro pueblo. El nombre de San Rafael de las Quebradillas que solemos leer en los antiguos documentos se debe a que los primeros pobladores de este lugar, motivados por su fe religiosa, escogieron a San Rafael Arcángel como su protector espiritual. Mas el nombre actual es sencillamente Quebradillas.

LA FUNDACIÓN DE NUESTRO PUEBLO

Allá, para el año 1806, en el territorio comprendido entre los ríos de Camuy y Guajataca había dos “núcleos” o aldeas. El poblado más al norte y cerca del rió del mismo nombre se llamaba Camuy. El otro poblado era llamado “Las Quebradillas” por sus habitantes. Ambos poblados dependían de Arecibo, como también había dependido el poblado de la “Tuna” que en el año de 1775 fue reconocido y aceptado como pueblo. Camuy se independizó de Arecibo al asumir categoría de pueblo en el año 1807.

Así los vecinos de Quebradillas empezaron también el movimiento de ser reconocidos como pueblo. Los vecinos se reunían de casa en casa para organizar la corporación que habría de ocuparse de la fundación del pueblo. En sus reuniones discutían sobre lo difícil que era el camino “Las Carátulas” (camino de las Cuevitas). Del problema que era cruzar el paso del Río Guajataca cuando las aguas crecían; sobre las pésimas condiciones de todos los caminos, tan necesarios para transportar productos; sobre los animales realengos que le causaban daños en sus propiedades. También discutían sobre la morosidad e indiferencia de los que no se preocupaban por “el beneficio” del vecindario y sobre el poco interés que demostraba el pueblo de Camuy por Las Quebradillas, especialmente pues el correo de la Intendencia o de la Excelentísima Diputación Provincial les llegaba con mucha tardanza.

Sobre todo, discutían con más fervor la necesidad de contar con un sacerdote permanente para dar ayuda espiritual a los que se hallaban en “el artículo de la muerte”, y la falta tan grande que les hacía una ermita, aunque fuera pequeña, en donde poder celebrar la Santa Misa. Para esto dependían del cura de Isabela; pero había veces que este último no podía llegar al poblado debido a que las lluvias hacían subir el nivel del rió y había ocasiones que no podían pasar hasta por espacio de ocho días. Esta situación era tan molesta para los residentes que trataron de conseguir los servicios del cura de Camuy, pero este también estaba abarrotado de trabajo en su pueblo y con el de Hatillo. Además de cobrarles 100 pesos por las visitas (el de Isabela cobraba 80 pesos).

Por fin se organizó la corporación que habría de velar por los intereses políticos , económicos y administrativos de Las Quebradillas y su jurisdicción.

Componían esta Corporación:

Don Felipe Ruiz Alcalde
Don José Padín Regidor
Don Eusebio Jiménez Regidor
Don Pedro Lorenzo Regidor
Don Cristóbal González Regidor
Don Francisco Antonio Bravo Síndico Procurador
Don Tomas Villanueva de los ríos Secretario del Cabildo

A Don Felipe Ruiz, el alcalde, quien era también el Presidente de la Corporación (del Cabildo) debemos rendirle crédito por la fundación de nuestro pueblo. De tierras de su propiedad cedió nueve cuerdas para la ubicación del mismo mediante estructura asentada en Arecibo. (Algunos dicen que fueron ocho, otros dicen que fueron siete cuerdas). Otro donante de tierras fue Don Francisco Antonio Bravo quien “expidió” cuerda y media a beneficio de la población. Luego, cuando fue menester más terreno, el Ayuntamiento compró cuatro cuerdas a Don Antonio Comulada.

Obtenida del gobierno la licencia de poblar, se dieron a la tarea de proveerse de los reglamentos referentes a la fundación de pueblos: “Autos de Buen Gobierno”, “La Cartilla de Alcaldes”. “El Libro de la Constitución”, oficios y circulares.

Motivado por el mal servicio de correos fue que el Presidente del Cabildo (el Alcalde) Don Felipe Ruiz propuso (y así fue aprobado) el 15 de octubre de 1823 “que se nombre administrador del correo de este pueblo a Don Tomas Villanueva de los Ríos, Secretario de la Corporación”. así Don Tomas se convirtió en el primer administrador de correos de nuestro pueblo.

Obviados de los inconvenientes mayores y bendecido por el sacerdote el sitio donde se había de ubicar el pueblo, los Señores del Cabildo contrataron los servicios de un agrimensor (un alarife de muchos conocimientos, residente en el poblado) para que segregara y planificara “los sitios”, (los solares). Principal atención se puso en la construcción de la Iglesia, de la Casa del Rey, del cementerio, de la casa para el Párroco y de un matadero.

Por escasez de recursos la construcción de la iglesia tardó desde el año 1823 hasta el año 1828. Aunque abundaban los materiales y los vecinos trabajaban de gratis, hacia falta dinero de parte de muchos de los vecinos, pero también había mucha indiferencia de parte del gobierno, que prestaba poca atención a los asuntos para su aprobación.

Conseguir un maestro de obra fue otro contratiempo. Después de consultar con algunos maestros, entre ellos un señor Atannison (un ciudadano inglés que vivía en nuestro pueblo) lograron un contrato con Don Baltasar Fernández de “este vecindario’, que por 300 pesos se comprometió a “hacer la iglesia, la cerca de material, el presbiterio, el púlpito y la solería en termino de seis meses”. Falló en cuanto su promesa: La construcción de la iglesia tomó varios años, pues los “recursos recaudados” eran insuficientes.

Mientras se construía la iglesia, los vecinos, representados por los miembros del Cabildo consiguieron del Vicario General licencia para construir una capilla provisional, la cual se hizo de madera. En ella se dijo la primera misa que se escuchó en Quebradillas.

Don Baltasar Fernández enfermó de repente y no pudo terminar su obra. Fue necesario el contratar a otro maestro, a un tal Romero, que terminó la iglesia en noviembre de 1828. (Acta del cabildo, enero 18 del año 1823)

MAS ADELANTE CONTINUAREMOS CON NUESTRA HISTORIA

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jose M Rivera: Saludos creo nos conocemos, por lo menos de vista. La informacion me parece excelente.
Me encantaron las fotos de nuestros personajes de pueblo.
Lo felicito por su esfuerzo.
Gracias.
Samuel Ruiz

Félix I. González dijo...

Muy interesante la historia del comienzo de nuestro pueblo. Gracias por publicar tan valiosa información.

Un cordial saludo,

Félix I. González