Los vendedores ambulantes de mi Quebradillas

Esta semana escuchaba el anuncio de una guagua que vendía verduras y otros comestibles. No sé porqué me vino a la mente los vendedores ambulantes que venían a Quebradillas a ofrecer sus productos. El primero que me vino a la mente fue el de Las Tostadas de Aguadilla. ¡La tostada, la tostada, de Aguadilla! Con este pregón anunciaba su producto. Era un señor alto, de tez negra, que utilizaba un sombrero para protejerse un poco del sol. También recuerdo a los pescadores que cargaban los pescados atados a una bambua para que la gente los comprara. Nunca supe de que alguien se envenenara por comer estos pescados.

Aunque lo ví en pocas ocasiones también recuerdo al amolador que tocaba una flauta para anunciar que había llegado. Otro vendedor era un señor que vendía huevos de gallina en una canasta, creo que vivía en Quebrada Mala. Recuerdo los pastelillos que vendía por las tardes Orlando Ríos, los cuales llevaba en una olla de aluminio. También viene a mi mente aquel señor que gritaba: ¡almuerza que son de yuca! Otro que recuerdo aunque vagamente, era a Fei Muñoz vendiendo los dulces que el mismo elaboraba, pilones, y gofio entre otros. Mi mamá me contó que Fei elaboraba un dulce que el llamó alcahuete. Ygritaba para venderlo, ¡Mira, alcahuete!

Son muchos los vendedores que venían a mi pueblo pregonando lo que vendían, hoy estos han sido sustituidos por las guaguas y las grabadoras.